El turista que escoge La Palma como destino turístico es de edad más avanzada que el que visita, en conjunto, el resto del Archipiélago. Así lo revela un estudio de la Cátedra de Turismo de la Univeridad de La Laguna en el que se evidencia que según la estadística “algo más de tres de cada cinco tiene más de 44 años, y en consecuencia viaje en menos medida con niños” aunque “su nivel de ingresos es muy similar al del conjunto del archipiélago y puede considerarse elevado; casi la mitad ingresa más de 48.000 euros anuales”.

Según indica este pormenorizada análisis del turismo en La Palma en el año 2015, el perfil del turista que visita la Isla Bonita tiene preferencias diferentes en cuanto al alojamiento escogido para su estancia en La Palma en función de su procedencia. Así, la mayoría de los turistas germanos escogen alojamientos extrahoteleros, mientras que un 76% de los británicos optan la tradicional oferta hotelera. En el caso del turista nacional, ya sea el proneniente del territorio peninsular o el canario, optan en un 65,6% de los casos por un hotel.

Entre las restantes procedencias “las preferencias no están tan marcadas”, pero el alojamiento en hoteles representa un 42%, porcentaje que baja hasta el 36,6% en el caso de los alemanes.

La entidad, integrada por más de 190  empresas de la Isla, pide al grupo de Gobierno liderado por Anselmo Pestana “consideración” con la propuesta “viable y ventajosa” que el consistorio local plantea como alternativa al proyecto institucional promovido por el Cabildo.

La Asociación para el Desarrollo Turístico de Isla de La Palma (ASDETUR), integrada por más de 190 empresas del territorio palmero, expresa su apoyo al proyecto del Ayuntamiento de Fuencaliente para el aprovechamiento de las aguas termales de la Fuente Santa, planteamiento que prevé la construcción de un Balneario Subterráneo, un Museo Histórico y un Centro Termal en el popular barrio de Los Canarios.

Las actividades lúdicas y culturales se concentrarán en la artería principal de la ciudad, la Calle Real, coincidiendo con la llegada al puerto capitalino del Britannia, el buque insignia de la compañía P&O con capacidad para 4.000 pasajeros.